
Nos encontramos en la cima del Monte de Santa Trega
una referencia paisajística, arqueológica y de placer que no olvidará en
su visita a A Guarda.
Nuestro restaurante, a 300 metros sobre el nivel del
mar, le permite gozar de unas vistas privilegiadas al Atlántico, a la
localidad de A Guarda con su puerto, y a Portugal, con el río Miño que discurre, aquí,
placenteramente ya hecho mar.
Río arriba, vemos el Valle de O Rosal, famoso por sus
vinos, producto de un microclima excepcional, de una tierra que le da
aromas y colores especiales, y unas gentes que miman las cepas.

Rodeados por construcciones castreñas, frente al
Restaurante están los restos de las últimas viviendas habitadas hace dos
mil años por las gentes que ocuparon estas alturas.

Saliendo del restaurante Mar y Cielo, a nuestra
izquierda, a penas a 30 metros, tenemos la Ermita dedicada a Santa
Trega, la primera mujer mártir del Cristianismo, y a otros tantos
metros, a la derecha, visitamos el Museo Arqueológico donde se muestran
los objetos materiales de la cultura castreña, procedentes de las
excavaciones realizadas en el poblado galaico-romano que se encuentra
justo un kilómetro más abajo, un paseo que agradecen los ojos por las
continuas vistas que nos acompañan.